Puedes
cuantificar un día? Podemos catalogar, clasificar los días, buenos,
malos, excelente, extraordinario, normal.... Pero podemos
cuantificarlo, ponerle un monto que nos permita reponerlo o vivirlo
como lo deseemos? La respuesta es sencilla, es simple, la respuesta
es NO. Una vez abrimos los ojos cada mañana, estamos viviendo
segundos que se convierte en minutos, después en horas y la suma de
esa horas es lo que conocemos por un día y por lo tanto son
fracciones de tiempo que no vuelven, que no podemos comprar, que no
podemos recuperar... y si eso es así? Que tan importante es la
actitud que tienes? Si decides no vivir para construir, sino vivir
para lamentarte.
Como puede
ser nuestras vidas, si no soltamos el pasado, si cada vez que
despertamos lo hacemos con la carga de lo vivido, de lo fallado o de
lo logrado?? Estamos honrando el tan precioso pero tan menospreciado
regalo de la vida cuando nos aferramos solo al pasado??, la respuesta
es sencilla: Simplemente no! No estoy hablando de una vida perfecta,
una vida donde no existan los fracasos, el miedo, los errores y las
injusticias, hablo de nuestra responsabilidad de ser agradecido de la
vida, de hablo de nuestra obligación de levantarnos cada día con Fe
que aun cuando no entendemos el porque de las cosas, las injusticias
de la vida o nuestros fracaso, existe un plan perfecto para nosotros
y cada respiro que damos, es un regalo, una oportunidad de vivir y de
tener un mejor futuro. O de vivir en nostalgia por los buenos
momentos vividos, los logros obtenidos, lo vivido es parte del
pasado y no se recupera, no se compra, es parte de quien somos hoy,
pero nunca definirá lo que seremos mañana.
La vida es
compleja, no es fácil, pero nosotros como seres humanos tenemos una
tendencia a complicar todo, nos enfocamos en tener tantas respuestas,
en cumplir con tantas exigencias sociales y personales que nos
olvidamos de algo tan sencillo como: Vivir!. Que ganamos viviendo en
el pasado, si no podemos comprar un día para vivirlo nuevamente?
Sino podemos comprar un día, mejor aprendamos a vivir el presente
dentro de la sencillez del amor, la Fe, el perdón, la ayuda, el
trabajo, la diversión, la profesionalidad. Levantémonos cada día
con la intención de dejar nuestras huellas en todo lo que hagamos,
construyamos nuestro futuro viviendo hoy con las consecuencias de
nuestros pasado, pero con la Fe que el mañana que no existe lo
puedes construir hoy, porque no existe una vida sin propósito,
decide vivir soñando y soñar viviendo.